sábado, 26 de septiembre de 2009

REFLEXIONES sobre la TORRE-CAJASOL

Obvio debiera ser que en el debate en torno a la Torre Cajasol y su incidencia sobre Sevilla predominasen los criterios arquitectónicos y urbanísticos junto a los de otras disciplinas hoy participantes en la reflexión sobre la ciudad, entre las que están la Ecología, la Geografía y el discurso sobre el Paisaje.

Pero los muy interesados y beneficiados en que se haga realidad la Torre como son la entidad financiera que la promueve, la empresa constructora y sus técnicos, algunos políticos, el autor del proyecto,...no entran en ninguno de esos criterios y sólo se les conoce hasta ahora afirmaciones rotundas a su favor augurando un gran beneficio y mejora para Sevilla. Y en ese empeño hacen un uso frívolo e insustancial de ideas muy usadas cotidianamente que en su origen proceden del ámbito histórico, sociológico-filosófico, científico,...cuales son: “modernidad”, “progreso”, “cambio”, “innovación”,..Además de usar truculencias normalmente usadas para la venta en mercadillos y en la propaganda política.

Es por lo que al análisis del proyecto Torre Cajasol con criterios arquitectónicos, urbanísticos, ecológicos y paisajísticos se añadirán criterios históricos, filosófico-sociológicos y científicos para responder a las ideas empleadas por sus defensores.

Es así como ante el proyecto de la Torre Cajasol es posible hacer las siguientes reflexiones:
1ª)- Obvio parece que con el proyecto de la Torre Cajasol se busca una operación económica de gran envergadura similar a otras puntuales que ha habido en España y que lleva a la apuesta por la gran altura.

Pero se hace ineludible comenzar recordando que la edificación en gran altura que comienza con aquellos altos y desafiantes edificios americanos del pasado siglo respondía a las situaciones, valores y metas de esa época en el proceso de crecimiento urbano de EEUU al que había llevado la dinámica de aquella economía. Allí durante la expansión hacia el oeste la aventura y la oportunidad de enriquecimiento conformaron a finales del XIX un capitalismo desenfrenado y sin límites que ya atrajo gran masa de capital para el ferrocarril. Y en aquella joven economía ese potente capital inversor y financiero tenía sus centros de decisión en las más importantes ciudades, a las que fue acudiendo gran inmigración con enorme crecimiento urbano, lo que generaba feroz presión sobre el suelo en espacios libres que no habían sido nunca antes ocupados y por tanto carentes de valor patrimonial
[1]. Y con esa dinámica expansiva y dominadora iba también la necesidad y seducción americanas por la técnica, pues con ella se esperaba salvar aquellas grandes distancias(el ferrocarril hacia el oeste y la difusión del telégrafo fue el inicio), domesticar aquella naturaleza salvaje, dominar los indómitos cursos de algunos ríos, acabar con la aridez de algunas praderas,..[2] Y esa técnica permitió en algunas grandes ciudades desafiar la gravedad edificando en gran altura con enorme aprovechamiento del suelo, para que después los “nuevos ricos” y poderosos del siglo XX sintieran la gran altura de sus rascacielos como representación y símbolo de su poderío económico y técnico.

Por ello el surgimiento del automóvil en Europa tuvo inmediata acogida en EEUU ante aquellos grandes espacios y distancias y llevaría a comienzos del siglo XX a la industria automovilística de EEUU a la cabeza de la producción mundial. Y teniendo desde entonces gran protagonismo en la economía norteamericana y en la enorme separación entre residencia y lugar de trabajo en aquellas ciudades haciendo tan esencial el automóvil y una gran red de autopistas para los enormes desplazamientos cotidianos, siendo éste un rasgo esencial del urbanismo norteamericano. Surgió así un urbanismo muy disperso y extendido, sin reglas, ajeno a las escalas e insensible a cualquier contexto al no existir espacios con valor patrimonial. Y que devendría en tradición urbanística en las ciudades americanas acompañado por la tradicional seducción americana por la edificación alta en los espacios de usos terciarios.

Ese urbanismo tan diferente al europeo y al de otros lugares ha ido sin embargo acompañado de grandes realizaciones arquitectónicas. Y ello ha animado a su estudio generando posterior admiración en muchos arquitectos y urbanistas de otros lugares que han sido influidos no sólo en sus concepciones arquitectónicas, lo que era hacer justicia a aquella arquitectura, sino también en cierta indiferencia ante las escalas y contextos.

Esa práctica de ocupación del espacio sin reglas y ajena al contexto es una de las semillas que hará germinar el posterior neo-liberalismo americano
[1] en relación a la economía, al espacio urbano y al territorio. Y tal vez por ello ha tenido una incidencia directa en las formas de la ciudad, aunque ha tenido detrás el predominio de esa política económica neo-liberal en EEUU y otros países, y que ha contaminado a tantas mentes, discursos y prácticas durante más de dos décadas[2] con su insensibilidad homogeneizadora ante algunos valores que no eran los puramente económicos y competitivos, y por lo que se ha difundido no sólo como opción frente a otras estrategias económicas sino también frente a otros códigos normativos culturales, estéticos y éticos.
[1] En una conocida videoconferencia de los ochenta Milton Friedman ya reconocía la influencia que en su teoría económica liberal había tenido la experiencia por él vivida sobre el funcionamiento absolutamente desregularizado del mercado del suelo y la edificación en las ciudades americanas. El capital inversor podía optar libremente no por la renovación del espacio ya ocupado sino por la ocupación de otros nuevos espacios. Y así algunos espacios anteriormente ocupados quedaban obsoletos y en una dinámica que los apartaba de las nuevas vías de transporte generándose en muchos casos la marginalidad espacial. Y también suponía el crecimiento expansivo enorme de las ciudades, en las que el potente automóvil y las vías rápidas de transporte posibilitaban un gran distanciamiento entre residencia y lugar de trabajo, y así han surgido ciudades muy extensas con espacios muy duales y de gran contaminación. En el sentido que afirmaba Friedman se había generado gran riqueza para el capital inversor pero con gran degradación y marginalidad en los espacios y en algunos estratos sociales así sometidos al olvido, con inmensas ocupaciones de espacio, gran contaminación en las ciudades,... Circunstancia a la que ha sido absolutamente insensible el liberalismo económico americano.

[2] E incluso en algunos su imagen de “vida urbana”se ha impregnado de la de allí, pues existe en España quien se inventa el “verticalismo” al ver en el urbanismo neoyorkino en torno al Central Park el “código genético”(¿) para el modelo de espacio público a seguir en las ciudades históricas europeas. Aquella simbología de poder económico de la edificación en altura en las grandes ciudades norteamericanas ha seducido y arrastrado después a intervenciones de ese tipo en otras ciudades, algunas de Europa, con fuerte protagonismo económico-financiero internacional y más tarde con la economía globalizada. Pero en tales intervenciones en altura no se llegaría hasta aquellas exhibiciones de gran altura americanas. Ha sido después en ciudades de China con agobiante presión económica donde sí se ha imitado el “gigantismo” arquitectónico americano, ya como tardío alarde tecnológico y como necesidad de emular de los “nuevos ricos”.

Asimismo en España se han realizado intervenciones puntuales en gran altura como las torres de la ciudad del Real Madrid y la Torre Acbar en Barcelona, que son resultado de grandes operaciones económicas. Y como en España el sector inmobiliario y el financiero han tenido gran protagonismo e influencia hasta éste momento han querido también imitar ese tipo de operaciones de gran altura en ciudades menores en donde se presentaba una ocasión. Así ha ocurrido en Sevilla, en donde no existe un gran protagonismo económico-financiero internacional ni una tan brutal presión sobre el suelo, ni ninguna otra razón, que puedan justificar una intervención de ese volumen. Aunque sí parece que esa arquitectura símbolizadora de “poder” seduce a algunos que aspiran a él aunque sea como presuntuoso intento de emularlo. Y por ello creen poder seducir también con el efecto espectacular de la gran altura y la simbolización de poder económico con la que en el mundo de la imagen mediática se la suele asociar.

2ª)- En el análisis actual de una intervención arquitectónica de cierta envergadura en una ciudad, o en un territorio, nos encontramos ante un cuerpo conceptual más amplio y complejo que en décadas anteriores cuando se imponían las ideas de la primera modernidad y los códigos estéticos del Movimiento Moderno, pues estamos ante un mundo abismalmente transformado en relación con el anterior. Y han ido surgiendo otras ideas y actitudes ante un complejísimo panorama económico, social e intelectual en el que varias disciplinas hacen complejas reflexiones sobre la ciudad, el territorio y la ocupación de espacios por la arquitectura.



Y ante un edificio con las características de la Torre Cajasol es obligado no detenerse en el análisis del diseño en sí para adentrarse en su impacto sobre la ciudad y el entorno territorial. Para ello de entre los varios indicadores de sostenibilidad urbana que se prescriben( en el Informe de urbanistas, geógrafos, ecólogos, demógrafos,..sobre CIUDADES EUROPEAS SOSTENIBLES de la CE se proponen 20 indicadores) me limitaré a los dos que más inciden en éste caso: a) a la escala del edificio derivada de su volumen de ocupación, lo que entra en el ámbito de la arquitectura e incide en el paisaje urbano, y b) a su impacto en el tráfico, lo que entra en el ámbito del urbanismo.

a).- El entorno de la Cartuja y el río estuvieron siempre unidos a Sevilla con la excepción del periodo en que el ferrocarril los separó, y después han sido incorporados espacialmente otra vez a Sevilla con la EXPO 92 para después ser destinada a zona de usos terciarios con una moderada edificabilidad tal como se la utilizó en 1992. De ahí que resulte de gran arbitrariedad ubicar ahora en ese espacio una Torre concebida con tan gran altura, pues: 1º)- no existe en el espacio de la Cartuja ni en otros espacios de Sevilla una tan enorme presión sobre el suelo generada por una desbordante actividad económica que demande una intervención de 180 ms de altura como la de la Torre Cajasol; 2º)-la imagen internacional de Sevilla y el papel que desempeña en los circuitos culturales y turísticos es el de ciudad histórica y cultural, al igual que otras ciudades europeas con centro histórico, y no la de ciudad con poder económico y financiero; 3º)- la escala de la Torre emerge bruscamente sobre el resto para demandar un absoluto protagonismo que genera gran desequilibrio visual en el paisaje urbano a ambos lados del río, lo que hasta hoy las anteriores corporaciones municipales de Sevilla habían evitado impidiendo alturas excesivas en aras de preservar unas panorámicas muy definidoras de esos espacios. Por ello resulta sumamente arbitrario el que ahora algunos políticos lleguen a creer que su legitimidad democrática les puede permitir dar paso a intervenciones que rompen entornos y paisajes urbanos históricos conformadores de la imagen de una ciudad. Y se pone más de manifiesto la arbitrariedad cuando se constata que la propuesta de la Torre no obedece a una iniciativa de interés público sino que es un privilegio concedido a una entidad financiera para realizar una gran operación económica en beneficio propio pero ajena a las necesidades de Sevilla como ciudad.

Y es en relación con el desequilibrio e impacto visual que sobre el paisaje urbano de Sevilla ejerce la Torre Pelli por lo que ésta infringe todo el espíritu y el contenido esencial del CONVENIO EUROPEO DEL PAISAJE(CEP) ratificado por el Gobierno de España el 26 de noviembre de 2007 y entrando en vigor el 1 de marzo de 2008.

Ese espíritu se plasma nítidamente en el Preámbulo del CEP en el que se expresa:

Los Estados Miembros del Consejo de Europa, signatarios del presente Convenio,
..........
Preocupados por alcanzar un desarrollo sostenible basado en una relación equilibrada y armoniosa entre las necesidades sociales, la economía y el medio ambiente;

Tomando nota de que el paisaje desempeña un papel importante de interés general en los campos cultural, ecológico, medioambiental y social, y que constituye un recurso favorable para la actividad económica y que su protección, gestión y ordenación pueden contribuir a la creación del empleo;

Conscientes de que el paisaje contribuye a la formación de las culturas locales y que es un componente fundamental del patrimonio natural y cultural europeo, que contribuye al bienestar de los seres humanos y a la consolidación de la identidad europea;

Reconociendo que el paisaje es un elemento importante de la calidad de vida de las poblaciones en todas partes: en los medios urbanos y rurales, en las zonas degradadas y de gran calidad, en los espacios de reconocida belleza excepcional y en los más cotidianos;

Tomando nota de que la evolución de las técnicas de producción agrícola, forestal, industrial y minera, así como en materia de ordenación regional y urbanística, transporte, infraestructura, turismo y ocio y, a nivel más general, los cambios en la economía mundial están acelerando en muchos casos la transformación de los paisajes;
..............
Convencidos de que el paisaje es un elemento clave del bienestar individual y social y de que su protección, gestión y ordenación implican derechos y responsabilidades para todos;

Teniendo en cuenta los textos jurídicos existentes a nivel internacional en materia de protección y gestión del patrimonio natural y cultural, de ordenación regional y espacial,...., el Convenio para la salvaguarda del patrimonio arquitectónico de Europa (Granada, 3 de octubre de 1985),...la Carta Europea de Autonomía Local (Estrasburgo, 15 de octubre de 1985),..., la Convención sobre la protección del patrimonio mundial, cultural y natural (París, 16 de noviembre de 1972) y la Convención sobre el acceso a la información, la participación del público en la toma de decisiones y el acceso a la justicia en asuntos ambientales (Aarhus, 25 de junio de 1998);
..............

Y después ya formulan en el primer capítulo el contenido legal y conceptual del paisaje :

CAPÍTULO I – DISPOSICIONES GENERALES

Artículo 1 – Definiciones

A los efectos del presente Convenio:

a) por “paisaje” se entenderá cualquier parte del territorio tal como la percibe la población, cuyo carácter sea el resultado de la acción y la interacción de factores naturales y/o humanos;
.....................
d) por “protección de los paisajes” se entenderán las acciones encaminadas a conservar y mantener los aspectos significativos o característicos de un paisaje, justificados por su valor patrimonial derivado de su configuración natural y/o la acción del hombre;

e) por “gestión de los paisajes” se entenderán las acciones encaminadas, desde una perspectiva de desarrollo sostenible, a garantizar el mantenimiento regular de un paisaje, con el fin de guiar y armonizar las transformaciones inducidas por los procesos sociales, económicos y medioambientales;

Resulta bastante explícito el espíritu que inspira al CEP en el Preámbulo así como en el contenido esencial y definitorio del Artículo 1, pero resulta igualmente explícito el ámbito de aplicación tal como se explicita en el

Artículo 2 – Ámbito de aplicación

Con sujeción a las disposiciones contenidas en el artículo 15, el presente Convenio se aplicará a todo el territorio de las Partes y abarcará las áreas naturales, rurales, urbanas y periurbanas. Comprenderá asimismo las zonas terrestre, marítima y las aguas interiores. Se refiere tanto a los paisajes que puedan considerarse excepcionales como a los paisajes cotidianos o degradados.

Es desde el Artículo 1 y de éste Artículo 2 desde los que puede considerarse como paisaje urbano el entorno conformado por ambas márgenes del Guadalquivir en cuanto pertenecientes a una ciudad histórica, y el que permite afirmar que la Torre Pelli es un proyecto lleno de arbitrariedad que al romper la unidad de ese paisaje urbano se aparta e infringe plenamente el espíritu y el contenido esencial del CONVENIO EUROPEO DEL PAISAJE.

Tampoco se atiene a la ESTRATEGIA ESPAÑOLA DE MEDIO AMBIENTE URBANO en cuya pág. 30 en el punto 4.17 expresa:


4.17 El vigente CTE establece un compromiso de funcionalidad, economía, armonía y equilibrio medio ambiental de evidente relevancia para el interés público, declarando que la creación arquitectónica, la calidad de las construcciones, su inserción armoniosa en el entorno, el respeto de los paisajes naturales y urbanos, así como el patrimonio colectivo y privado, revisten un interés público.

La Torre también ejerce un impacto negativo sobre el modelo de transporte tendencial en el acceso a Sevilla por el oeste. Pues en el lugar de paso estratégico donde se ubicaría la Torre Pelli se manifiestan los efectos de dos tendencias del Área Metropolitana que la hacen absolutamente insostenible. Una es la excesiva dependencia metropolitana de la Sevilla Central(Centro Histórico+Triana+la Cartuja+los Remedios+Nervión), ante la excesiva centralidad de ésta al acumular: los centros de poder y gestión autonómicos, gran concentración de servicios especiales(banca, asesoría jurídica, fiscal, financiera, publicidad,..)y los más importantes centros médicos, instalaciones culturales y de ocio. Y ello fomenta un fuerte tráfico radiocéntricamente orientado hacia el espacio central. La otra es que el caótico urbanismo residencial de la periferia ha ubicado allí gran cantidad de población con empleo en la Sevilla Central y ello genera enorme tráfico hacia ella.

Pero en Sevilla concurren circunstancias muy específicas en el espacio del oeste donde se ubicaría esa Torre y otras que aspirarán a seguir su ejemplo. Se trata del espacio geográfico-urbanístico de Sevilla cuyas características geográficas y posterior evolución urbanística es la peor para ello, al estar situados al oeste de Sevilla el Guadalquivir y la Corta del río en la Cartuja y más hacia el oeste la Cornisa del Aljarafe. El río y la Corta son una doble barrera natural para el gran tráfico rodado que se ha generado hacia Sevilla al canalizar ese tráfico por sólo cuatro pasos distanciados( puente del Alamillo, puente del Cachorro y dos puentes a San Juan). Y la Cornisa del Aljarafe supone otra barrera para el paso de tráfico rodado en cuatro pasos( la A-8077 de Camas-Albaida, la A-49, la antigua carretera a Huelva y la autovía al sur del Aljarafe) que después se reducen a tres cuando en la Pañoleta se unifican la A-49 y la carretera a Huelva.

Y aún con esas limitaciones de acceso a Sevilla fue surgiendo después de la EXPO92 un crecimiento urbanístico incontrolado que generó: asentamientos residenciales en Camas, Coria, Gelves, Puebla del Río y después en Santiponce, Guillena, las Pajanosas,..también una gran concentración de terciario desde la Pañoleta hacia el sur y, sobretodo, la enorme acumulación residencial en la primera y segunda corona del Aljarafe. Ese urbanismo residencial ha ubicado en la periferia a gran cantidad de población que mantiene el empleo en la Sevilla central(Centro Histórico+Triana+la Cartuja+los Remedios+Nervión), por lo que se ha ido añadiendo otra fuerte dependencia funcional de la periferia respecto de Sevilla capital. Pues ésta ya existía al acumularse en Sevilla los centros de poder y gestión autonómicos, gran concentración de servicios(banca, asesoría jurídica, fiscal, financiera, publicidad,..)y los más importantes centros médicos, instalaciones culturales y de ocio. Y ambas dependencias fomentan un enorme tráfico radiocéntricamente orientado hacia el espacio central.

Ello ha determinado en el sector oeste la saturación y colapsamiento de los pasos por el río y la Cornisa, y de la SE-30 por la vega. Y ante ese problema se han propuesto medidas: el incremento del transporte público frente al uso del vehículo privado, la línea METRO 1, el carril-bus, el tren de cercanías, otra autovía,...Pero esas medidas pueden atenuar ostensiblemente el problema aunque no invertirlo hasta su casi desaparición. Pues esa zona oeste mantendrá irreversiblemente ese problema derivado de sus circunstancias geográficas y crecimiento urbanístico caótico que la han conformado así como un hecho consolidado. Y es de destacar que el incremento en el número de pasos(puentes) por el río no resolvería nada por estar agotada la capacidad de acogida de vehículos privados de la Sevilla Central(Centro Histórico+la Cartuja+Triana+los Remedios+Nervión), tal como bien se analiza en el PLAN DE TRANSPORTE METROPOLITANO de la Consejería de Obras Públicas, pues éste en las págs 26 y 28 diagnostica:

  • a) “la creciente congestión del viario urbano y del agotamiento de la capacidad de acogida( de aparcamiento)de la Ciudad Central(Centro Histórico+la Cartuja+Triana+los Remedios+Nervión”; b) que la Línea 1 de Metro al Aljarafe y el Metrocentro “tienden a romper ese modelo”...”pero estas actuaciones, que suponen el inicio de un nuevo modelo, pueden no ser suficientes por sí mismas para cambiar las tendencias de un proceso que...aparece como claramente no viable a medio y largo plazo ”; c) “que la capacidad viaria actual se encuentra agotada en todos los corredores”; d) que la Ciudad Central “carece de capacidad para absorber la movilidad metropolitana e interna a medio plazo, si ésta se produce en vehículo privado”; e) que “el impacto ambiental del modelo de transporte tendencial no es asumible desde criterios de sostenibilidad y compromisos ambientales internacionales”.

Y es importante poner de relieve que las anteriores afirmaciones del PLAN DE TRANSPORTE METROPOLITANO se hicieron ajenas a la posterior aprobación de la propuesta de la Torre Cajasol. Es por lo que sorprende que después se haya aceptado la propuesta de ubicar la Torre, y otras posibles, junto a una de las dos vías de paso por el río más colapsadas de toda el Área Metropolitana por el alto tráfico desde el Aljarafe y la vega a Sevilla, pues con su gran volumen albergará una enorme concentración puntual de actividades y servicios. Y los 3000 aparcamientos para vehículo privado que Torre aporta generará en torno a ella y en esa zona un feroz aumento de los desplazamientos individuales(generados/atraídos). Y con las medidas antes citadas la atenuación del problema sería menor que el incremento brutal en desplazamientos generados/atraídos que esa edificabilidad tan alta con 3000 aparcamientos añadidos generarán en la estructura urbana actual del ámbito oeste de la Sevilla Central.

Es así como la Torre Pelli tampoco se atiene a las directrices de la ESTRATEGIA ESPAÑOLA DE MEDIO AMBIENTE URBANO que en LA ESTRATEGIA DE MEDIO AMBIENTE URBANO EN EL ÁMBITO DE LA EDIFICACIÓN y en su cap. 1 Los problemas de la Sostenibilidad en el ámbito de la Edificación(pág. 25) afirma:

“El tercer problema grave de la edificación actual tiene su origen en el modelo de movilidad de nuestra sociedad. El fomento del vehículo privado usado sobre redes extensivas de infraestructuras sobre todo el territorio permite una segregación espacial de las actividades que no ha tenido parangón en la historia...pero cuya existencia finalmente resulta financiada por todos mediante la inversión pública en las infraestructuras que la hacen posible... Y eso ha generado los problemas ambientales que, más allá de los creados por la propia movilidad, atentan contra la compacidad y la complejidad urbana”

Y en el mismo sentido expresado en el PLAN DE TRANSPORTE METROPOLITANO cabe preguntarse si es asumible desde criterios de sostenibilidad y compromisos ambientales internacionales el modelo de transporte tendencial que ya existe y al que reforzará negativamente la Torre Cajasol por el impacto ambiental resultante en emisiones de gases y ruidos.

Esa Torre y otras agravarían insolublemente el problema urbanístico por el oeste de Sevilla, y es por lo que de persistir el interés en su ejecución deben ubicarse en otros espacios donde no se den esas condiciones tan negativas. Y que pudiera ser en un espacio exterior a la SE-30 suficientemente distante de los pasillos aéreos al aeropuerto.

3ª)- Al no poder justificarse la gran altura de la Torre Cajasol y su ubicación con argumentos arquitectónicos, urbanísticos y paisajísticos sus defensores pretenden convencer sobre su idoneidad con el uso muy impreciso e insustancial de ideas muy usadas cotidianamente, y así dicen que la Torre va con la “modernidad”, con el “progreso”, con el “futuro”, con la “transformación” de Sevilla,..Y que son ideas procedentes del ámbito histórico, sociológico-filosófico y científico. Después utilizan la ruda estrategia argumental de colocar a los que se oponen a la Torre como “no abiertos” a las anteriores ideas, además de emplear estrategias conocidas en el marqueting comercial y político.

En el primer caso tanto si hacen un juego encubridor como si creen en esas ideas convendría con un breve interludio histórico recordarles lo que en ellas ha acontecido desde sus orígenes.

En la Querelle des anciens el des modernes a fines del XVII ya los modernos apuestan por códigos artísticos extraídos en el presente frente a los modelos estéticos del pasado, pero con el Proyecto Ilustrado el discurso de la razón se opone a la tradición y al pasado para promover el progreso en el mundo en todos los niveles, por lo que la historia se concibe como un proceso global de continua superación y progreso social, económico, científico, artístico,..(Turgot, Condorcet, Diberot, D’Alembert, Rousseau,..)en el que el presente y el futuro deben olvidar y superar siempre al pasado. Ese es el esquema lineal de historia y tiempo que se impone para la posterior modernidad. Pero al sólo imponerse el continuo progreso y crecimiento en la economía y la técnica se genera una fractura entre progreso económico y realidad social, y de ahí surgen sucesivos discursos críticos alternativos contra el capitalismo durante el XIX y el XX que ilusionan hasta los años sesenta y setenta del pasado siglo con la consolidación de las democracias occidentales y con el periodo de mayor estabilidad y prosperidad del capitalismo que va desde finales de los cuarenta a comienzos de los setenta(D. Aldcroft, 1978, E. Hobsbawm, 1995), y que termina consolidando el estado de bienestar habiéndose pasado del capitalismo productivista y del ahorro al capitalismo del consumo y del gasto. Y en el arte la celebración del “advenimiento de lo nuevo” en Baudelaire es continuada por los muchos movimientos y vanguardias artísticas del XIX y XX en continua ruptura con todo pasado. Pero tras la 2ª GM la industria se va apropiando de lo “nuevo” al imponer la “novedad” como estrategia de continua renovación de oferta y demanda, e iba así vaciando el contenido subversivo de lo “nuevo”. Y a finales de los sesenta se percibían síntomas de cambio en las vanguardias y movimientos artísticos, y se comenzaba a reconsiderar la incondicional ruptura con el pasado y se hablaba de “agotamiento” de lo moderno,..por lo que esa etapa ya se comienza a considerar como “postmoderna”. También en los años sesenta se percibía la contaminación ambiental(R. Carson, 1962), y se hablaba sobre “los límites del crecimiento” económico y demográfico(Ward y Dubos, 1969), se perfilaba el discurso de la ecología humana, emergía en los setenta el movimiento ecologista en la política y se cuestionaban los discursos y proyectos emancipadores de la anterior modernidad(Lyotard, 1979), cuando ya a finales de los setenta había quedado atrás el gran auge económico y las crisis y recesiones retornaban. Asimismo en los años setenta y ochenta era intenso el debate filosófico-sociológico-estético en torno a lo “postmoderno”, la “posthistoria”, la “muerte de la modernidad”, su conexión con la crítica a los fundamentos de la racionalidad en Nietzsche y Heidegger,..(Lyotard, 1979, Vattimo, 1979 y 1985, Habermas, 1980 y 1985, Baudrillard, 1976, 1979, 1981,...). Y las fases más recientes de la modernidad globalizada con la política económica neoliberal conservadora las ha venido interpretando la sociología como: “modernidad reflexiva”(Giddens, 1990), “segunda modernidad” y “sociedad del riesgo”(Beck, 1999), “modernidad líquida”(Bauman, 2000), “hipermodernidad” (Aubert, Lipovesky, 2005),..bajo una dinámica de cambio feroz e incierta a la par que se ha ido agrandando la “preocupación ecológica”. Y es importante resaltar que si el discurso de algunas ciencias y tecnologías fue incidiendo o favoreciendo, aunque implícitamente, el continuo progreso y crecimiento económico ello colisiona hoy frontalmente con los discursos de la ecología, la actual geografía, la ordenación del territorio y otras investigaciones científicas. Así al haberse agotado el primer proyecto de futuro que se había venido renovando hasta hace unas décadas unos han afirmado que se caminaba hacia no se sabe qué futuro( Hobsbawm, 1995 ), y otros ven indicios de colapso(Diamond, 2005) en el horizonte. Lo que ha de ser el punto de partida para una reflexión urgente sobre nuestra concepción del discurrir histórico, pues la sincretización entre la creencia en un progreso humano ilimitado, la creencia en que la razón termina imponiéndose a la manera de “astucia de la razón” y la dialéctica izquierdista de los movimientos emancipatorios del XIX y XX nos han venido arrastrando durante más de dos siglos a una concepción de la historia como continua superación, progreso social, desarrollo económico-técnico ilimitado,..con eterna esperanza en el futuro, en lo nuevo,...y ello se ha venido desvaneciendo ante el progresivo incremento de la desigualdad en el mundo y ante una economía mundial incontrolable frente a los límites que puede establecer el “problema ecológico”, lo que nos coloca hoy ante un horizonte imprevisible y en una situación histórica sin precedentes en la que tendremos que reflexionar sobre los valores y discursos que hasta ahora nos han movido.

Tal secuencia de ideas y actitudes muestra los sucesivos cambios en el seno de la “modernidad”, por lo que pronunciarse hoy en términos de “modernidad”, “progresismo”, “futuro”, “cambio”,...a secas es una total indefinición vacía de contenido bajo la que puede conocerse sólo una parte de lo ocurrido hace varias décadas pero nada de lo que hoy ocurre.

En relación con las segundas estrategias argumentales ha de resaltarse que entre empresarios, políticos, técnicos y en algunos arquitectos sigue interiorizada aún aquella concepción optimista y lineal de la historia como continua superación, progreso,..con desarrollo y crecimiento económico ilimitados. Con ella el presente y el futuro deben seguir siendo siempre superiores al pasado por lo que sólo se percibe avance y superación en la realidad, obviando lo negativo de ella, e incubando la obligación de “estar abierto” incondicionalmente a todo lo “moderno” y “nuevo” que nos llegue. Lo que no es más que la aceptación optimista y a-crítica de todo lo que acontezca.

Con esas concepciones se comprende que políticos, empresarios y algunos arquitectos se consideren “innovadores” y “modernizadores” y sean proclives a considerar como “no abiertos” al “progreso”, a la “modernidad”, a lo “nuevo”,..a los que no aceptan lo que ellos conciben todavía hoy como tal. Pero ignoran que sus valores y categorías son actualizaciones del espíritu de aquella “primera modernidad” tan sometida a debate en su concepción, objetivos y dinámica durante las últimas tres décadas por la ecología, la geografía y otras disciplinas, así como tras las posteriores propuestas de Desarrollo Sostenible aprobadas en el mundo y en la CE
[1]. Y deberían al menos reflexionar sobre si sus categorías, valores y argumentos necesitan algún ajuste a la situación de hoy y a los problemas de Sevilla y el Área Metropolitana.

Pero en el caso que aquí nos ocupa lo que no se acepta es la mimética importación a Sevilla de intervenciones arquitectónicas que como la Torre Cajasol son grandes operaciones inmobiliarias como otras realizadas en España que sólo benefician a sus promotores, y que también tienen mucho de presuntuosa imitación de las que se prodigan en grandes ciudades que son capitales del poder financiero mundial (N. York, Londres, los Angeles, Chicago, Houston, Tokio,...), siendo Sevilla una ciudad mucho más pequeña y sin la presión de la economía sobre el espacio que existe en aquellas grandes ciudades, y con otro papel en la escena europea. Y, además, la intervención de la Torre Cajasol se hace en el lugar menos adecuado urbanísticamente.

4ª)- El último argumento desplegado por políticos, y banqueros es el de los “puestos de trabajo” que crearía la Torre. Para ello van inflando cifras sobre tales puestos de trabajo así como atribuyendo a Sevilla, y hasta a Andalucía, los beneficios que se llevará para sí misma la entidad bancaria y la empresa constructora.
[1] Tras la participación de la CE en la Cumbre de Río se organizó la I Conferencia de Ciudades Europeas Sostenibles en Aalborg(Carta de Aalborg, 1994), la II Conferencia fue en Lisboa(Carta de Lisboa, 1996), después sería la Conferencia Euromediterránea en Sevilla(1999), la III Conferencia fue en Hannover(Declaración de Hannover, 2000), la IV Conferencia otra vez en Aalborg(Aalborg+10, 2004), después la Comunicación de la Comisión al Congreso y Parlamento Europeos sobre Estrategia Temática Europea de Medio Ambiente Urbano(2006)y su posterior traslación a España, asimismo la Estrategia Europea de Desarrollo Sostenible(2006), la V Conferencia de Ciudades Europeas Sostenibles en Leipzig(Carta de Leipzig, 2007), el Convenio Europeo del Paisaje(2008),...

Por todas las anteriores consideraciones es posible concluir que la decisión de ejecutar la Torre Cajasol, y otras que pudieran aparecer, carece de justificación por su incidencia negativa en el modelo de transporte del Área Metropolitana de Sevilla y por el tan brusco contraste que genera con las escalas edificatorias que han conformado a Sevilla por el oeste, así como no es posible encontrarle alguna justificación con los criterios hoy empleados en el análisis urbano y territorial. Y es una ilusa pretensión de modernidad al alinearse con ideas y actitudes muy simplificadas de una primera modernidad que hace décadas ha cambiado profundamente.

Es por ello una decisión arbitraria en aras de una gran operación económica que sólo beneficia a la entidad financiera que la promueve y a las empresas adjudicatarias, y siendo asimismo arbitraria la actitud de algunos políticos al creer que su legitimidad democrática les debe permitir llegar hasta tomar decisiones que rompen las perspectivas que la historia ha ido dejando en una ciudad.

Es por lo que en ese lugar puede ejecutarse otro edificio de semejante finalidad pero cuyo planteamiento deje de estar contaminado por emulaciones de símbolos foráneos carentes de actualidad, y de manera que su menor altura y edificabilidad no impacten tan negativamente ni en la funcionalidad urbanística en esa zona tan sensible de Sevilla ni en su perspectiva arquitectónica y patrimonial. Y que de existir empeño en la ejecución de esa Torre y otras se ubiquen en otros espacios de Sevilla donde no genere los problemas descritos.

Sevilla, 2009. Francisco Morilla Gordillo

[1] HISTORIA DE EEUU(1607-1992), Maldwyng A Jones. Siglo XXI; LA OTRA HISTORIA DE EEUU, Zinn, Howard. Siglo XXI
[2] idem

[3] En una conocida videoconferencia de los ochenta Milton Friedman ya reconocía la influencia que en su teoría económica liberal había tenido la experiencia por él vivida sobre el funcionamiento absolutamente desregularizado del mercado del suelo y la edificación en las ciudades americanas. El capital inversor podía optar libremente no por la renovación del espacio ya ocupado sino por la ocupación de otros nuevos espacios. Y así algunos espacios anteriormente ocupados quedaban obsoletos y en una dinámica que los apartaba de las nuevas vías de transporte generándose en muchos casos la marginalidad espacial. Y también suponía el crecimiento expansivo enorme de las ciudades, en las que el potente automóvil y las vías rápidas de transporte posibilitaban un gran distanciamiento entre residencia y lugar de trabajo, y así han surgido ciudades muy extensas con espacios muy duales y de gran contaminación. En el sentido que afirmaba Friedman se había generado gran riqueza para el capital inversor pero con gran degradación y marginalidad en los espacios y en algunos estratos sociales así sometidos al olvido, con inmensas ocupaciones de espacio, gran contaminación en las ciudades,... Circunstancia a la que ha sido absolutamente insensible el liberalismo económico americano.

[4] E incluso en algunos su imagen de “vida urbana”se ha impregnado de la de allí, pues existe en España quien se inventa el “verticalismo” al ver en el urbanismo neoyorkino en torno al Central Park el “código genético”(¿) para el modelo de espacio público a seguir en las ciudades históricas europeas.

[5] Tras la participación de la CE en la Cumbre de Río se organizó la I Conferencia de Ciudades Europeas Sostenibles en Aalborg(Carta de Aalborg, 1994), la II Conferencia fue en Lisboa(Carta de Lisboa, 1996), después sería la Conferencia Euromediterránea en Sevilla(1999), la III Conferencia fue en Hannover(Declaración de Hannover, 2000), la IV Conferencia otra vez en Aalborg(Aalborg+10, 2004), después la Comunicación de la Comisión al Congreso y Parlamento Europeos sobre Estrategia Temática Europea de Medio Ambiente Urbano(2006)y su posterior traslación a España, asimismo la Estrategia Europea de Desarrollo Sostenible(2006), la V Conferencia de Ciudades Europeas Sostenibles en Leipzig(Carta de Leipzig, 2007), el Convenio Europeo del Paisaje(2008),...

jueves, 10 de septiembre de 2009

Aproximación visual al aeropuerto de Sevilla

La Torre Pelli (círculo pequeño y área de seguridad del edificio) y he indicado los 540 pies de altura aproximada que tendría, el mayor obstáculo aéreo sobre la ciudad. Como puede verse, el área de aproximación de la pista 09 quedaría reducida casi a la mitad, puesto que la Torre y el puente del Alamillo (499 pies) formarían dos obstáculos formidables entre los que habría que sobrevolar como si se tratara de una carrera aérea de los Red Bull.
He señalado la reducción del área de aproximación con líneas del mismo color que el círculo. Esto, en un día de baja visibilidad por niebla o cielos cubiertos, con un techo de 600 pies por ejemplo, que no es infrecuente, sería un riesgo enorme.
De otra parte, el helipuerto de la Cartuja tendría que ser desplazado, pues quedaría prácticamente a los pies de la Torre, lo que dificultaría muchísimo las maniobras de aterrizaje y despegue, especialmente los días de viento, y sería una servidumbre sonora insufrible para los habitantes del edificio, que verían maniobrar a los helicópteros (particularmene a los del 061) a escasos metros de sus ventanales. Vamos, un horror.

martes, 1 de septiembre de 2009

FOMENTO ESTUDIA SI LA TORRE PELLI AFECTARÁ A LA SEGURIDAD AÉREA

ABC de Sevilla 29-8-2009

M. J. PEREIRA. SEVILLA

En mayo de 2009, el arquitecto Fernando Mendoza, coordinador de la plataforma contra la Torre Pelli, denunció ante el Ministerio de Fomento que el rascacielos de Cajasol podría vulnerar los parámetros de altura exigidos para garantizar la seguridad aérea. Al rebasar la Torre Pelli los cien metros de altura, Cajasol tendría que haber pedido a la Agencia Estatal de Seguridad Aérea una autorización previa de servidumbre aeronáutica para confirmar que no afectará a la seguridad aérea, declaró a ABC Mendoza.

La Agencia Estatal de Seguridad Aérea está redactando ahora un informe para determinar si el rascacielos de Cajasol -de 178 metros de altura- interfiere en la zona de servidumbre aeronáutica del aeropuerto de San Pablo, afectando al radar y la zona de aproximación. El informe estará concluido previsiblemente en otoño, precisamente cuando está previsto que se reúnan en Sevilla expertos de la Unesco y el Ministerio de Cultura para debatir el impacto de la Torre Pelli sobre los lugares declarados Patrimonio de la Humanidad: Catedral, Archivo de Indias y Real Alcázar.

Así pues, el proyecto del rascacielos de Cajasol está ahora en manos de la Dirección General de Aviación Civil, dependiente del Ministerio de Fomento. Como se recordará, Aviación Civil ya elaboró un informe sobre los rascacielos previstos en el nuevo PGOU de Málaga, reduciendo considerablemente su altura por afectar a la navegación aérea.

El Decreto 584/1972 consideran «obstáculos» a efectos aeronáuticos aquéllas construcciones que se elevan a una altura superior a los cien metros. «Deberán considerarse como obstáculos los que se eleven a una altura superior a los cien metros sobre planicies o partes prominentes del terreno o nivel del mar dentro de aguas jurisdiccionales», según recoge el decreto, norma que establece que las construcciones que sobrepasen tal altura serán comunicadas al Gobierno para que adopte las medidas oportunas a fin de garantizar la seguridad de la navegación aérea.