lunes, 27 de junio de 2011

Monteseirín cedió a Cajasol los terrenos anexos a la Torre Pelli dos días antes de las elecciones.


A cambio, Urbanismo se trasladaría al rascacielos, pero el convenio no aclara qué espacio ocuparía y la Intervención municipal lo rechaza


La presión que el Ayuntamiento gobernado por Alfredo Sanchez Monteseirín ha hecho durante estos años para que se lleve a cabo la construcción de la Torre Cajasol tuvo su último capítulo apenas dos días antes de las elecciones del pasado 22 de mayo, a las que el exalcalde no concurría. El 20 de mayo, último día de la campaña electoral y a las puertas de la reunión en París en la que la Unesco iba teóricamente a pronunciarse sobre la Torre Pelli, Monteseirín firmó con el presidente de Cajasol, Antonio Pulido, y en contra de los informes de la Intervención municipal, un convenio de «permuta de cosa futura» por el que el Ayuntamiento cederá a la caja de ahorros los terrenos anexos al rascacielos a cambio de que la Gerencia de Urbanismo se traslade a unas oficinas dispuestas en la futura Torre. Concretamente, los terrenos otorgados a Cajasol son los que ocupa actualmente Urbanismo, «calificados como servicios terciarios con una superficie de 38.324 metros cuadrados y una edificabilidad de los mismos metros cuadrados de techo», y una parcela de 11.500 metros cuadrados «resultante del Plan Parcial de Puerto Triana, con una edificabilidad de 60.400 metros cuadrados en planta baja más cinco plantas». Es decir, el solar en el que se levantó durante la Expo el malogrado Pabellón de los Descubrimientos.

El convenio aclara también que «dada la situación económica», la construcción de la futura sede de la Gerencia que el Ayuntamiento había proyectado sobre esta última parcela «ha sido imposible de materializar debido a la falta de recursos económicos necesarios para implantar en esa parcela el edificio resultante del concurso de ideas que se realizó en su momento», exactamente en marzo de 2007 y cuyo ganador fue el arquitecto sevillano José Antonio Carbajal, que se impuso al proyecto presentado por Guillermo Vázquez Consuegra. En aquel concurso hubo cinco finalistas, a cada uno de los cuales se les pagó 12.000 euros. Pero además de esos 60.000 euros, el Ayuntamiento otorgaba al ganador el encargo del Proyecto Básico y de Ejecución y el Estudio de Seguridad y Salud mediante procedimiento negociado sin publicidad. Carbajal tendrá que ser, por tanto, indemnizado al haber ganado en estas condiciones que finalmente no se cumplirán. Y es que el convenio refleja nítidamente que «a cambio» de los citados terrenos otorgados por el Ayuntamiento, Cajasol «entregará el pleno dominio de una parte de la edificación del proyecto denominado Torre Cajasol, con el objeto de implantar en ella las futuras sedes de la Gerencia de Urbanismo y Emvisesa». No se aclara más. Ni el espacio exacto que ocuparán ni las condiciones.

Pero, además, este último párrafo entierra oficialmente, como ya había adelantado el propio Monteseirín en varias ocasiones, el proyecto de Carbajal, que el propio gobierno municipal había vendido en su día como «un centro metropolitano de cultura urbana, con salón de actos, salas de reuniones y seminarios y una biblioteca pública con capacidad para 10.000 volúmenes. El edificio, cuya ejecución costará algo más de 72 millones de euros, tendrá una superficie de 25.563 metros cuadrados construidos sobre rasante y 17.443 metros cuadrados bajo rasante». Todo esto ha quedado en papel mojado.

No obstante, no parece que el convenio firmado por Monteseirín y Pulido a dos días de las elecciones vaya a poder prosperar a tenor del informe realizado el pasado 5 de mayo por el Oficial Mayor en funciones, Isidro Nicolás Fernández-Pacheco. Según indica en el documento, al que también ha tenido acceso ABC, en el citado convenio «no se da cumplimiento a la normativa que regula la enajenación de bienes por parte de las Corporaciones Locales». Según Fernández-Pacheco, «no se cumple lo dispuesto en el artículo 16 de la Ley de Bienes de las Entidades Locales de Andalucía en cuanto que no consta la determinación de las situaciones física y jurídica de los bienes ni la valoración de los mismos por técnico competente, circunstancias esenciales por cuanto que con respecto a la parcela de equipamiento dotacional administrativo público puede entenderse que está afectada a un uso o servicio público y por tanto no tener la condición de bien patrimonial, lo cual en ningún momento, dado que no existe expediente, aparece acreditado». Este último detalle, el de que «no existe expediente», es otro de los reparos con los que cuenta la operación, ya que es una exigencia del artículo 24. Y también se vulneraría el 25, ya que «no están determinados, ni consta de una manera precisa que lleguen a tener existencia los bienes que se van a entregar al Ayuntamiento». ¿Por qué otorga la administración pública un suelo a una caja de ahorros a cambio de espacio en un edificio cuya construcción aún no está asegurada al cien por cien y cuyo valor ni siquera se conoce aún? Esa es la pregunta que se hacen desde la Intervención. Pero Monteseirín se encargó de dejar los deberes hechos y estampó su firma «in extremis» para avalar aún más si cabe su apuesta por el rascacielos de César Pelli. Ahora el problema lo tiene el nuevo gobierno, el que lidera Juan Ignacio Zoido.

Una firma polémica

El documento recoge nítidamente las condiciones de la cesión de los terrenos municipales a Cajasol a cambio de que Urbanismo se traslade a la futura Torre Pelli cuando ésta esté construida. El convenio está rubricado por Alfredo Sánchez Monteseirín y por el presidente de Cajasol, Antonio Pulido. Pero el detalle más significativo de esta polémica es la fecha: 20 de mayo de 2011. Dos días antes de las elecciones.


Monteseirín cambió suelos por oficinas en la Torre Pelli 48 horas antes de las elecciones. Con el informe en contra del secretario municipal


El ex alcalde de Sevilla, el socialista Alfredo Sánchez Monteseirín, quiso dejar 'blindada' la construcción de la nueva torre de oficinas de Cajasol antes de abandonar el Ayuntamiento tras doce años de mandato. Sólo dos días antes de las elecciones municipales, el 20 de mayo, el regidor firmó un convenio con el presidente de la entidad ahora integrada en Banca Cívica, Antonio Pulido, para permutar unos terrenos municipales por oficinas en la Torre Pelli donde se instalará, en el futuro, la Gerencia Municipal de Urbanismo.

El acuerdo se firmó a pesar de no contar con un expediente que le diera soporte legal y con el informe desfavorable del secretario del Ayuntamiento, que advirtió de que el convenio incumple numerosos artículos de la Ley de Bienes de las Entidades Locales de Andalucía y del Reglamento de bienes de las Entidades Locales de Andalucía.

Según el convenio, al que ha tenido acceso este periódico, el Ayuntamiento entrega a Cajasol los suelos donde ahora se levanta la Gerencia de Urbanismo, con una superficie de 38.324 metros cuadrados y una edificabilidad similar. Además, la ciudad otorga a la entidad financiera una parcela de 11.500 metros cuadrados, con una edificabilidad de 60.400 metros cuadrados en planta baja más cinco plantas, calificada de equipamiento dotacional administrativo público, por lo que el secretario duda de que se pueda enajenar.

A cambio de esos suelos, la entidad financiera, interesada en dar uso a sus futuras oficinas de la Torre Pelli, «incorporando en la misma determinados organismos públicos», cede «el pleno dominio de una parte de la edificación». El convenio no especifica el espacio concreto, ya que sólo se han construido las tres primeras plantas de las 43 que habrá en la torre.

La intención política de este acuerdo 'in extremis' era garantizar la viabilidad de un proyecto cuestionado por su impacto visual en la ciudad y por su escasa rentabilidad económica, ya que el mercado inmobiliario de oficinas se ha estancado por la crisis.

El también socialista Antonio Pulido, al frente de Cajasol, ha salido en más de una ocasión al 'rescate' de proyectos bloqueados en el Ayuntamiento hispalense, desde el centro comercial Puerto Triana reconvertido en la Torre Pelli hasta las Setas de la Encarnación.

Monteseirín dice que sólo selló a Cajasol un protocolo


El exalcalde argumenta que el documento de intercambio de dos parcelas municipales por un espacio en la torre Pelli no está cerrado y es reversible.

El exalcalde de Sevilla, Alfredo Sánchez Monteseirín, justificó ayer haber firmado dos días antes de las elecciones una permuta de suelos de la futura torre Pelli -cuya construcción cuestiona la Unesco- a cambio de dos solares municipales argumentando que es sólo un principio de acuerdo en el que el actual Gobierno podría ahora volverse atrás. Lo hizo en un comentario en Facebook en el que también indicó que ya anunció que iba a seguir gobernando "hasta el último día" cuando hizo público que no iba a presentarse a la reelección.

Lo que el exalcalde no aclara es por qué este acuerdo, que cede el solar de la Gerencia de Urbanismo y otro cercano en el que iba a construirse la nueva sede para llevarse ambas dependencias a la torre Pelli, modifica su estrategia: a principios de 2009, el Consistorio ya anunció que renunciaba a vender estos dos solares para financiar la construcción de la nueva sede porque la crisis hacía imposible venderlos a buen precio. La idea era irse de alquiler a la torre Pelli. Pero en el convenio, firmado el último día laborable antes de las elecciones y con un informe en contra del oficial mayor municipal, propone entregar la propiedad de suelos con una edificabilidad total de 99.000 metros. En Facebook, Monteseirín también alude a este informe contrario con una confusa alusión a cuitas internas entre este funcionario y quienes le sustituyeron.

El reproche del técnico es que los suelos se cambian por otros que deben tener valor equivalente, precisa el acuerdo, pero no sólo no están construidos sino ni siquiera descritos, como era preceptivo. El texto que firmó Monteseirín posterga los informes, a lo que el exregidor se aferra ahora para decir que era un paso inicial de la cesión, por lo que el Consistorio puede ahora frenarlo.


El Ayuntamiento adquirió parte de la torre Pelli dos días antes de las elecciones

El exalcalde argumenta que el documento de intercambio de dos parcelas municipales por un espacio en la torre Pelli no está cerrado y es reversible.

El exalcalde de Sevilla, Alfredo Sánchez Monteseirín, justificó ayer haber firmado dos días antes de las elecciones una permuta de suelos de la futura torre Pelli -cuya construcción cuestiona la Unesco- a cambio de dos solares municipales argumentando que es sólo un principio de acuerdo en el que el actual Gobierno podría ahora volverse atrás. Lo hizo en un comentario en Facebook en el que también indicó que ya anunció que iba a seguir gobernando "hasta el último día" cuando hizo público que no iba a presentarse a la reelección.

Lo que el exalcalde no aclara es por qué este acuerdo, que cede el solar de la Gerencia de Urbanismo y otro cercano en el que iba a construirse la nueva sede para llevarse ambas dependencias a la torre Pelli, modifica su estrategia: a principios de 2009, el Consistorio ya anunció que renunciaba a vender estos dos solares para financiar la construcción de la nueva sede porque la crisis hacía imposible venderlos a buen precio. La idea era irse de alquiler a la torre Pelli. Pero en el convenio, firmado el último día laborable antes de las elecciones y con un informe en contra del oficial mayor municipal, propone entregar la propiedad de suelos con una edificabilidad total de 99.000 metros. En Facebook, Monteseirín también alude a este informe contrario con una confusa alusión a cuitas internas entre este funcionario y quienes le sustituyeron.

El reproche del técnico es que los suelos se cambian por otros que deben tener valor equivalente, precisa el acuerdo, pero no sólo no están construidos sino ni siquiera descritos, como era preceptivo. El texto que firmó Monteseirín posterga los informes, a lo que el exregidor se aferra ahora para decir que era un paso inicial de la cesión, por lo que el Consistorio puede ahora frenarlo.

El convenio entre Ayuntamiento y Cajasol de 20 de mayo de 2011


Monteseirín firmó la cesión ilegal de dos suelos dos días antes del 22-M

A cambio del "pleno dominio" de parte del rascacielos y pese a la ilegalidad advertida por la Secretaría, firmó un convenio con Cajasol para cederle la sede de Urbanismo y el suelo del ex Pabellón de los DescubrimientosEn su informe de 5 de mayo de 2011 advierte los cinco artículos que incumple el convenio-contrato de la Ley (7/1999) y del Reglamento (Decreto 18/2006) de Bienes de las Entidades Locales de Andalucía.

El anterior alcalde, Alfredo Sánchez Monteserín (PSOE), firmó el 20 de mayo de 2011 -dos días antes de las elecciones municipales del 22 de mayo que dieron la victoria aplastante al PP- un convenio con la entidad Cajasol por el que el Ayuntamiento permuta dos terrenosde propiedad municipal en la isla de la Cartuja, a cambio del "pleno dominio" de una parte del futuro rascacielos de la Torre Cajasol que está en obras.

El acuerdo se hizo, sin embargo, sin contar con el aval de la Secretaría General del Ayuntamiento, que advierte en un informe de 5 de mayo de 2011 que el convenio de permuta no cumple cinco artículos de la Ley (16, 24, 25) y del Reglamento (12 y 49) de Bienes de las Entidades Locales de Andalucía.

Según un documento municipal rubricado con la firma de los máximos responsables de ambas entidades al que ha tenido acceso este periódico, Monteseirín pacta la entrega a Cajasol de dos suelos de la Cartuja de propiedad municipal a cambio del "pleno dominio" de una parte del futuro edificio de la Torre Cajasol, con el fin de implantantar en el rascacielos las futuras sedes de la Gerencia de Urbanismo y de Emvisesa. El pleno dominio supone tener la propiedad de esa parte del edificio.

La permuta afecta a la actual sede de la Gerencia de Urbanismo y a la parcela de equipamiento dotacional público (antiguo Pabellón de los Descubrimientos) donde el arquitecto sevillano José Antonio Carbajal iba a construir la futura sede de Urbanismo, un plan que fracasó por la crisis económica.

Las parcelas que el Consistorio se compromete a ceder suman 49.824 metros cuadrados entre las dos. Los terrenos que acogen las caracolas de Urbanismo (ARI-DT-09) tienen una calificación de terciarios y una superficie de 38.324 metros cuadrados, con una edificabilidad de los mismos metros cuadrados de techo. La otra parcela está calificada como equipamiento dotacional administrativo público con una superficie de 11.500 metros cuadrados. Este suelo resulta del Plan Parcial de Puerto Triana, con una edificabilidad de 60.400 metros cuadrados de techo en planta baja más cinco plantas.

Tres semanas antes de la firma del convenio, la Secretaría General del Ayuntamiento emite un informe que ratifica otro anterior (4 de mayo de 2011) y donde alude a que antes de aprobarse el convenio-contrato deben cumplirse cinco artículos de la Ley de Bienes de las Entidades Locales de Andalucía y del Reglamento de Bienes de las Entidades Locales de Andalucía. En el citado informe se insiste en que "dicha normativa exige que las actuaciones y tramitación administrativa sean previas a acordar la permuta sobre unos bienes determinados".

La Secretaría advierte que el texto del convenio incumple el artículo 16 de la Ley porque "no consta la determinación de las situaciones física y jurídica de los bienes ni la valoración de los mismos por técnico competente, circunstancias esenciales". Añade que tampoco se cumple el artículo 24 de la ley porque "no existe la previa tramitación de expediente en el cual quede acreditada la necesidad y, por lo tanto, justificación de tal permuta por los no concretados bienes que se mencionan". Ni el artículo 25 de la ley porque "no están determinados, ni consta de una manera precisa que lleguen a tener existencia, los bienes que se van a entregar al Ayuntamiento, debiéndose también prestar aval suficiente en los casos de permuta de la cosa futura".

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