( o cómo el Ayuntamiento autoriza lo que sabe que no puede autorizar)
José García-Tapial y León, arquitecto.
Fue Jefe del Servicio de planeamiento de la Gerencia y Decano del Colegio de Arquitectos.
Hablamos en plural, pues son dos las Licencias de Obra que se han concedido para la construcción de la Torre Pelli. La primera de ellas, que es la que ahora se está ejecutando, consiste exclusivamente en el “Movimiento de tierras y ejecución de pantallas en el perímetro de la parcela.” Esto es, lo que ahora se realiza es simplemente la extracción de las tierras de unos futuros sótanos y la construcción de unos muros de contención perimetrales que eviten el desmoronamiento de las tierras colindantes. O sea, la autorización para crear una gigantesca “alberca” de 40.000 m2 de superficie equivalente a cuatro campos de fútbol. Esta gran piscina no forma parte de la estructura propiamente dicha de la Torre, ni tampoco de su sistema de cimentación porque, entre otras cosas, éste aún no aparece definido en la documentación de la Licencia municipal y sin la documentación técnica no se puede construir. El objeto del conjunto pantallas-excavación de tierras es, básicamente, habilitar unos espacios de trabajo a una cierta profundidad, libres de las aguas subterráneas, dada la proximidad del río, como paso previo a la construcción de la Torre y los edificios anexos.
La primera Licencia, correspondiente a la realización de esta “alberca” se solicita el 17 de abril de 2007, cuando aún no se ha aprobado de forma definitiva el Plan Especial de Puerto Triana que lo “viabilizará”, con un proyecto Básico y de Ejecución firmado por el arquitecto de Ayesa, Miguel Pontijas Calderón. El 16 de julio de 2007 informó jurídicamente la Subjefe del Servicio de Licencias Urbanísticas, sra. Barrial Chamizo, que “no se dan los requisitos necesarios para que la Licencia pudiera resolverse favorablemente”. El informe va dirigido a la Comisión Ejecutiva de la Gerencia de Urbanismo, que es el órgano municipal que concede o deniega las Licencias de Obras, y se basa en los incumplimientos legales observados, en concreto del artículo 104 del Reglamento de Gestión Urbanística, y del artículo 13.1.11 del Plan General de Ordenación Urbana de Sevilla.
Sorprendentemente, el mismo día 16 de julio, y pese a este informe negativo de la subjefe del Servicio de Licencias, el Gerente de Urbanismo sr. Marchena Gómez, sin esperar a la reunión semanal del citado órgano colegiado, dicta una Resolución por la que concede la Licencia de Obras. Por cierto en esta Resolución del Gerente no se menciona el citado informe negativo. La Comisión Ejecutiva del 25 de julio se dio por “enterada” de esta Resolución.
La segunda Licencia corresponde a los edificios que componen lo que popularmente se denomina Torre Pelli. Se presenta solamente un Proyecto Básico, claramente insuficiente para construirlos, ya que para ello se requiere un Proyecto de Ejecución en el que se detalle la obra al completo. Según dice la Memoria de este Proyecto Básico:
“El proyecto se encarga a AYESA, como sociedad proyectista y se hacen cargo del proyecto los siguientes técnicos redactores: Miguel A. Pontijas Calderón, Daniel Herrera Calle, Joaquín G. Salas Álvarez y Manuel Osuna Llinares.El proyecto se basa en los diseños realizados en colaboración con el estudio de Pelli Clarke Pelli Architects.”
Aquí y en unos párrafos descriptivos del edificio, terminan las alusiones al sr. Pelli en el proyecto y, muy posiblemente, esa sea también toda su intervención en esta polémica iniciativa. Después de esto, y aún sin llegar a calificar la denominación insistentemente utilizada como un fraude a la opinión pública, creo que debemos cambiar el nombre a la torre por otro más adecuado: Torre Ayesa o Torre Pontijas y Otros.
Tras unos primeros informes de los servicios técnicos de la Gerencia en los que se formulan numerosas objeciones y la correspondiente presentación de nuevos documentos, se termina informando favorablemente, si bien haciendo la salvedad de que las obras no podrán iniciarse hasta que no se aporte una extensa serie de documentos técnicos, empezando por el Proyecto de Ejecución. Del mayor interés es conocer la documentación exigida por el Servicio de Protección contra Incendios por afectar a la seguridad de los futuros usuarios. Entre otras cuestiones se solicita:
Una descripción detallada del comportamiento de la estructura ante el fuego
Un estudio detallado de la evacuación del edificio
Las condiciones de ventilación de las escaleras.
Con estos condicionantes, y a pesar de no haberse aportado la documentación solicitada, se concede la Licencia de Obras por la Comisión Ejecutiva de la Gerencia de Urbanismo el 17 de septiembre de 2007.
La Licencia de Obras tiene una vigencia de seis meses para el comienzo, ampliable como máximo en seis meses más. Han transcurrido sobradamente ambos plazos sin que se haya aportado esa documentación y, por tanto sin poder iniciarse los trabajos de nueva planta, por lo que ha de entenderse que la Licencia de la Torre ha caducado.
Así pues la situación es la siguiente: de las dos Licencias de Obra, la primera se concedió en las condiciones irregulares que antes indicamos. La segunda debe considerarse caducada por haber transcurrido con creces los plazos máximos sin aportar la documentación requerida ni comenzar las obras de Nueva Planta de la Torre.
6 comentarios:
Les da igual la legalidad. Eso de las leyes y los reglamentos es para los fachas. Ellos, que son progres y estan en posesión de la verdad absoluta, se pasan por el arco del triunfo lo que haga farta. Y encima se creen con derecho a mangar. !Que bonito es ser progre después de 100 años de honradez! Si Pablo Iglesias levantara la cabeza....... se metía otra vez en su tumba con un cabreo MORTAL.
Ahora que el alcaldillo-calderilla esta buscando dinero para otro puente, ¿Donde estan los millones que dio Cajasol, sol, sol caracol saca los cuernos al sol, para hacer una pasarela que conectara con la torre Pelli? ¿Se los han embolsado también? ¿Es el Plan B del alcaldillo, robar a los ricos para quedarselo ellos?
Lo que resulta increíble es el calvario que nos hace pasar la Gerecia de Urbanismo para obtener cualquier licencia, la cantidad de papeles y pegas que ponen y aqquí, hala, a concederla aunque sea contra la ley. Que partida de sinverguenzas, es la ley del embudo, el agujero enorme para ellos y el microscópico para el ciudadano.
Esta pandilla de impresentables, responsables de la ruina de esta ciudad, del paro, los comercios cerrados, la falta de futuro y dale que te pego con la torre. ¿No se dan cuenta que es ofensivo, poner ahí ese falo faro de Triana con la que está cayendo? Y todo a mayor gloria de Pulido y Monteseirín.
Se rumorea por Cajasol que a la torre que quieren poner Pulido de nombre. Si, no se rían, torre Pulido, será por los 100 millones de euros que se van a pulir
El problema es que Cajasol ha puesto a la torre como activo y si renuncia a construirla, va a la quiebra. Eso es al resistencia a parar las obras o cambiar el proyecto. O torre, o quiebra.
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