La situación de Cajasol era crítica antes de echarse en brazos de Banca Cívica. A la práctica ausencia de generación de beneficios y la necesidad de ganar eficiencia operativa, se le unían un ratio de morosidad que subía muy por encima de la media del sector, una fuga de depósitos en los últimos tres meses y una caída de tamaño.
Ante esta radiografía, el Banco de España decidió darle un toque de atención e instarle a buscar una solución y un aliado con el que fusionarse si no quería ser intervenida antes de finales de año. La opción que tenía sobre la mesa era Unicaja, pero la pérdida de poder de su presidente, Antonio Pulido, en favor de su homólogo en la malagueña, Braulio Medel, truncaron la operación.
Entonces, Pulido encontró a BancaCívica, uno de los pocos sistemas integrales de protección que aún estaban abiertos. La morosidad de Cajasol continúa avanzando con fuerza, mientras en el conjunto del sector está contenida e, incluso, con descensos moderados en algunas entidades.
Según los últimos datos disponibles, a los que ha tenido acceso este periódico, la tasa de créditos de dudoso cobro del grupo que preside Pulido asciende al 6,67%, más de un punto porcentual que a cierre de 2009 y 82 puntos porcentuales por encima del ratio del mes de junio. Ante esta escalada, sus provisiones cubren ya menos del 40% de sus riesgos, frente al 52% de hace nueve meses.
La entidad sevillana, que ha tenido que hacer esfuerzos adicionales para meter dinero en la hucha de las dotaciones para cubrir los morosos, no ha podido hacer frente a la guerra del pasivo para no entrar en pérdidas operativas y ha visto una fuga de fondos de 1.230 millones en los últimos tres meses. La defensa de los depósitos supone a corto plazo una caída de los márgenes que, en su caso, le hubiera llevado a números rojos.
Los beneficios antes de impuestos de la entidad que preside Pulido apenas sumaron 1,9 millones de euros en el tercer trimestre del año. Los resultados, según explica la caja en un informe, recogen una ganancia extraordinaria de 11,9 millones de euros por la buena evolución de su alianza en seguros con Caser. Ésta ha pagado a la entidad esta cantidad en los tres primeros trimestres en concepto de precio variable por la consecución de objetivos de negocio de los seguros de vida que ambos comparten.
Muchos problemas
En 2008, Cajasol vendió el 50% de su filial a Caser. Al igual que los extraordinarios salvaron hasta septiembre el beneficio antes de impuestos de Cajasol, los cambios fiscales impulsaron sus ganancias netas hasta los 59,1 millones, lo que supone un 12% menos que el mismo periodo del ejercicio anterior. Gracias al efecto fiscal, la entidad pudo anotarse 32,9 millones, un 719% más que en septiembre de 2009, cuando esta partida sólo aportó 4 millones.
Los problemas de la caja no quedan ahí. A pesar de que la absorción de Caja Guadalajara le aportará algo de tamaño, sus activos han menguado desde junio un 6,2%, debido principalmente al descenso en su saldo de créditos, que cayó en más de 400 millones. En esta tesitura se unirá a Banca Cívica, el grupo constituido por las cajas de Navarra, Burgos y Canarias.
Éste, que había suspendido los tests de estrés, tenía congeladas las negociaciones con el fondo JC Flowers para que entrara su capital con una inversión de 450 millones. La sociedad americana aún mantiene abierta su intención de participar en la entidad que liderará Enrique Goñi.
Torre de 300 millones
Y, en estos momentos de crisis, Cajasol ha decidido dar un impulso a la construcción de una torre que pretende ser el símbolo de modernidad de Andalucía.
A pesar de haber tenido que unirse a Banca Cívica y solicitar unos 1.000 millones de euros en ayudas públicas, la entidad sevillana tiene previsto gastar unos 300 millones en levantar un rascacielos de 178 metros de altura y con una superficie total de 1.500 metros cuadrados.
Recientemente ha adjudicado parte del proyecto a las constructoras FCC e Inabensa, una filial de Abengoa.
A pesar de haber tenido que unirse a Banca Cívica y solicitar unos 1.000 millones de euros en ayudas públicas, la entidad sevillana tiene previsto gastar unos 300 millones en levantar un rascacielos de 178 metros de altura y con una superficie total de 1.500 metros cuadrados.
Recientemente ha adjudicado parte del proyecto a las constructoras FCC e Inabensa, una filial de Abengoa.
Lunes, 29 de Noviembre de 2010 18:18
Lo decimos como consecuencia del informe que publica hoy El Economista. En él se dice lo que sigue: "La situación de Cajasol era crítica antes de echarse en brazos de Banca Cívica. A la práctica ausencia de generación de beneficios y la necesidad de ganar eficiencia operativa, se le unían un ratio de morosidad que subía muy por encima de la media del sector, una fuga de depósitos en los últimos tres meses y una caída de tamaño."
Pero su presidente Antonio Pulido, un socialista de toda la vida, como los anteriores que ha tenido la en entidad desde antes de la fusión, no quiso hacer migas con Unicaja o viceversa. Lo cierto es que ha debido integrarse urgentemente en Banca Cívica, tras el toque del Banco de España.
Pero la morosidad de Cajasol continúa avanzando con fuerza, mientras en el conjunto del sector está contenida e, incluso, con descensos moderados en algunas entidades.
Es más, es que experimentado una fuga de fondos de 1.230 millones en los últimos tres meses. Los beneficios antes de impuestos de la entidad que preside Pulido apenas sumaron 1,9 millones de euros en el tercer trimestre de este año.
Ante estos y otros datos, la pregunta es si hay algo que el señor Griñán sabe y que tengamos que saber los que tenemos nuestros pocos ahorros en Cajasol y otras cajas andaluzas.
Miren estos cuadros:
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