lunes, 17 de octubre de 2011

A la Torre Pelli le pueden dar el pellizco de un momento a otro para dejarla chata

ABC Sevilla
JUAN JOSÉ BORRERO / 16/10/2011

POR favor, no lo hagan. No amputen otra vez la dignidad de esta ciudad. No la condenen de nuevo por su orgullo tantas veces inconsciente, por la soberbia que enmascara su conformismo. No la dejen a medias, como tantas veces, para que siempre tenga que recordar sus errores, los pecados cometidos contra sí misma.

No soy sospechoso. Lo he escrito varias veces. Estoy en contra de la construcción de la Torre Pelli. Fundamentalmente por dos motivos: Su tramitación urbanística, extraña cuanto menos después de los avatares del proyecto original de Puerto Triana, no obliga a una profunda intervención en los accesos del entorno para evitar en el futuro un colapso previsible. De otra parte, la torre acaba con el patrimonio intangible del paisaje urbano de la ciudad, una de las pocas capitales históricas del mundo, como Florencia o Venecia, en el que esa línea, amable y consolidada de su caserío uniforme, no ha sido gravemente mancillada, si salvamos horrendas excepciones como la torre de los Remedios o la Mapfre que, no obstante, nunca pudieron ganar a la fe que corona la única torre que es y será por siempre la torre de Sevilla.

Pero llegados a este punto, creo que corremos el riesgo de cometer un error tan grave como el que supuso iniciar su construcción: el riesgo de dejarla, como tantas otras cosas, a la mitad.

La visita de la Unesco —a buenas horas mangas verdes— se antoja como la última posibilidad para frenar el proyecto. Al alcalde Zoido, que ha bendecido recientemente su tramitación urbanística, parece que le pide el cuerpo tener un asidero para evitar un icono que representa la época de desmesura e insensatez de aquellos constructores de sueños que nos dejaron este insomnio crónico de sabernos pobres y engañados. Y al tiempo empiezan a circular rumores de que los propios promotores, en la actual coyuntura económica, se enfrentan, de seguir elevando pisos, a ser señalados precisamente como los últimos alegres insensatos de la época, algo muy mal visto en el ahora tan frágil mundo de las finanzas.

No hay dinero para indemnizaciones. Hay dudas de que lo haya para coronar el experimento de rascar el cielo con las uñas del hormigón, y empiezo a temer lo peor. A la Torre Pelli le pueden dar el pellizco de un momento a otro para dejarla chata, recortadita, insulsa y vulgar. Nos pueden estar empezando a vender una salida digna al embrollo que, al final, puede ser la mayor indignidad.

Ante ese peligro inminente, tomo rotunda posición: O se tira la torre inconclusa, como hay que tirar los pilares de la biblioteca del Prado, o la torre se culmina en su altivez, su magnificencia y su miseria. Pero nunca puede quedarse a medias para vergüenza de la ciudad estigmatizada del estadio olímpico que no lo es, la de las setas privatizadas, la del pequeño metro inconcluso, la del túnel de dos carriles de la SE-40, la de la esclusa sin dragado... la Sevilla del querer y no poder. Se trata de autoestima, piensen en ello.

6 comentarios:

zyro dijo...

O tirarla o construirla entera?
Me parece a mí demasiado extremista. Yo creo que entre medio de las dos posturas hay otras 38 posibilidades.

Fernando Mendoza dijo...

No se puede construir la torre y mantener el derecho de todos los sevillanos al "paisaje heredado". Lo que no puede ser, no puede ser y , además es imposible.
Si quieren construir la torre que hagan una MODIFICACIÓN DEL PLAN GENERAL DE SEVILLA y la aprueben en condiciones.

Anónimo dijo...

No le entiendo Mendoza con lo del "paisaje heredado" ¿Se refiere desde un punto de vista hacia otro? ¿Por ejemplo desde el puente de Triana mirando hacia la Cartuja?

Fernando Mendoza dijo...

Por primera vez, el Plan General de Sevilla establece un “derecho al paisaje” que la construcción del rascacielos vulnera totalmente. En efecto, el artículo 9.4.2 del Plan afirma que “se reconoce el derecho de los ciudadanos del municipio de Sevilla a disfrutar del paisaje heredado” y establece al Ayuntamiento de Sevilla como “garante último del citado derecho al paisaje, debiendo ejercer las funciones de información, fomento, asesoramiento, regulación, vigilancia y sanción, en relación con la implantación o el desarrollo de los usos e intervenciones con mayor incidencia paisajística”. Evidentemente, podríamos realizar un comentario irónico sobre este artículo que, como el resto del Plan General, es de obligado cumplimiento. Solo diremos que el Ayuntamiento, auténtico “promotor ideológico” de la torre, desconocía este texto, o pensó que consistía sólo en buenas intenciones.
Del cúmulo de ilegalidades e irregularidades de la torre, este derecho a disfrutar del paisaje heredado debería ser suficiente para paralizar totalmente este proyecto y pedir disculpas a los sevillanos por todo el destrozo cometido en la parcela.
¿Podremos los ciudadanos de Sevilla seguir disfrutando del paisaje heredado, o lo habremos perdido para siempre?
¿Está cumpliendo el Ayuntamiento de Sevilla todas las funciones que este artículo de su propio Plan General le encomienda? Decididamente, no en este caso.
“2. Para la aplicación y desarrollo de los anteriores principios generales el Ayuntamiento de Sevilla elaborará, en el plazo de un año desde la aprobación definitiva del Plan General, una Ordenanza de Paisaje Urbano en base a los criterios que se desarrollan desde el Artículo 9.4.3 al Artículo 9.4.11.”
Han pasado cinco años desde la aprobación definitiva del Plan General y aún no se ha redactado, ni por el anterior Ayuntamiento ni por el actual.

Anónimo dijo...

¿Y donde está ese supuesto paisaje? Yo desde nivel de calle no veo ningún paisaje que se tenga que proteger. Sin ir mas lejos Torre Triana ya vulneraría esa ley que usted dice sobre el paisaje "heredado". Es eso lo que a mi me extraña. Que un edificio el doble de ancho no la vulnere y un edificio la mitad de "gordo" sí estando mirando a nivel de calle. Hombre ya si estas en altura cambia la perspectiva según donde se mire.

Por ejemplo está recreación no veo por ningún sitio donde vulnere ese paisaje que usted comenta =

http://i54.tinypic.com/2cpclkj.jpg

Yo sin torre Cajasol ni torre Triana desde ese punto de vista yo no veo ningún paisaje "heredado".

Por cierto muchas gracias por la respuesta anterior.

Fernando Mendoza dijo...

Según el Diccionario de la Real Academia de la lengua, la expresión "paisaje heredado" tiene el siguiente significado:

paisaje.
1. m. Extensión de terreno que se ve desde un sitio.
2. m. Extensión de terreno considerada en su aspecto artístico.
3. m. Pintura o dibujo que representa cierta extensión de terreno.

Heredar
Recibir algo propio de una situación anterior.

Luego, el "paisaje heredado" es aquel correspondiente a la ciudad de Sevilla que existía ANTES DE LA APROBACIÓN DEL PLAN GENERAL desde todos los puntos de vista.
En relación a torre Triana hay que decir que es un edificio desgraciado respecto al paisaje, porque rompe con las relaciones del paisaje del río. En cualquier forma torre Triana ya estaba construída ANTES de la aprobación del Plan General, por lo que se considera parte del paisaje de Sevilla.

La torre Pelli tiene la altura de cinco veces torre Triana. Que se hiciera un atentado contra el paisaje hace años, no justifica que se haga otro atentado cinco veces mayor ahora.

De nada