La Unesco examinará el impacto de la torre de Pelli para decidir si excluye a Sevilla de su lista de Patrimonio Mundial - El nuevo Ayuntamiento duda entre pararla o no
El Pais Reyes Rincón / Margot Molina - Sevilla - 02/10/2011
El esqueleto espigado de la torre Pelli asoma en el horizonte de Sevilla. Apenas se ha construido un tercio del edificio de 178 metros diseñado por el argentino César Pelli para Cajasol, pero la estructura ya supera en altura a todos los edificios de su entorno. Enfrente, al otro lado del río, tiene a la Giralda, que le pone el listón alto (97 metros), pero a la que está llamada a dejar atrás en cuestión de altura. Aunque no es este el único título que el rascacielos podría quitarle al icono de Sevilla. La amenaza que de verdad preocupa es la lanzada por la Unesco: la salida de la lista de ciudades Patrimonio Mundial por el impacto visual que la nueva torre tendrá sobre la Catedral, el Real Alcázar y el Archivo de Indias, los tres monumentos que situaron a Sevilla en este selecto club.
El próximo reto del proyecto es la visita de una "misión reactiva" de la Unesco durante este mes. "Cuando existe un problema urgente con alguno de los bienes Patrimonio Mundial, se realiza una visita de un miembro de la Unesco y otro de Icomos (Consejo Internacional de Monumentos y Sitios Histórico-Artísticos) para valorar la situación. Estos expertos no serán españoles para salvaguardar su independencia", explica Víctor Fernández Salinas, vicepresidente de Icomos España, institución que asesora a la Unesco en materia de patrimonio.
El pasado junio, la Unesco pidió al Gobierno español, responsable último ante la organización internacional, que parara las obras hasta tener un tercer informe que el Ministerio de Cultura deberá presentar en verano de 2012. "La Unesco se fía de los informes de los Estados hasta un determinado punto, porque tienden a ser benévolos", añade Fernández Salinas, miembro de una institución que siempre se ha manifestado en contra del rascacielos.
Mientras, las obras del edificio siguen adelante a un ritmo de casi dos plantas al mes. Y ya van ocho de las 43 proyectadas. Los promotores, que cuentan con el aval de la licencia de obras concedida por el Ayuntamiento, han obviado las sugerencias de la Unesco de que se paren los trabajos. Y la llegada del PP al Gobierno municipal no ha hecho sino aumentar la incertidumbre.
Los detractores de la torre tenían la esperanza de que el nuevo alcalde, Juan Ignacio Zoido, que mientras estaba en la oposición sembró dudas sobre la legalidad de la torre, se posicionara en contra. Pero Zoido está en una encrucijada: de un lado, Cajasol (ahora integrada en Banca Cívica), uno de los principales poderes económicos de la ciudad; y de otro, los opositores al rascacielos, agrupados en la plataforma ¡Túmbala! que integra a 20 asociaciones, desde Ecologistas en Acción a conservacionistas locales. El proyecto también cuenta con simpatizantes en la ciudad, entre ellos muchos arquitectos, pero estos han optado por el anonimato y las únicas voces que suenan son las que están en contra de la torre.
Los vaivenes del Ayuntamiento se han evidenciado en los últimos días. Tras estudiar el tema, los nuevos responsables reconocieron que todo está "de acuerdo con la legalidad". Sin embargo, Zoido ha enviado una carta al presidente de la Junta, José Antonio Griñán, y a la ministra de Cultura, Ángeles González-Sinde, preguntando quién asumiría la indemnización a los promotores en el caso de que se revisara o se anulara la licencia.
El equipo municipal ha dejado la pelota en el tejado de la Unesco. "No vamos a permitir que a Sevilla se le quite la declaración de Patrimonio de la Humanidad", advierte el concejal de Urbanismo, Maximiliano Vílchez (PP). Dejar clara esta prioridad era también, según Vílchez, la intención de la carta del alcalde. Es decir, si la amenazada de la Unesco se consolida, el Ayuntamiento está dispuesto a que se tire la torre.
El consejero de Cultura, Paulino Plata, no pica el anzuelo: "El Ayuntamiento otorgó la licencia, si la revoca tendrá que responsabilizarse de lo que eso representa. Lo que no puede hacer es trasladar la responsabilidad de una Administración a otra". Mientras tanto, Pelli permanece ajeno a la polémica. Un miembro de su equipo ha asegurado a este periódico que el arquitecto no ha tenido noticias de que se estén replanteando revocar la licencia. El promotor, Cajasol, ha rechazado hacer declaraciones e insiste en la legalidad "absoluta" del proyecto.
El PSOE, que concedió la licencia de obras cuando estaba en la alcaldía, cree que la nueva estrategia municipal es poco inteligente: "Entiendo que Zoido esté asustado por si, siendo él alcalde, Sevilla pierde la declaración, pero lo que tiene que hacer es convencer a la Unesco. Estás ya empezando a perder el partido si tú mismo siembras dudas", afirma el portavoz socialista, Juan Espadas. Él no estaba en el Ayuntamiento cuando el PSOE dio el visto bueno al rascacielos y admite que si el proyecto surgiera ahora "no tendría, probablemente, un respaldo mayoritario". "La decisión se tomó como y cuando debía hacerse. Ahora hay que ser consecuentes y luchar porque siga adelante".
No opinan lo mismo desde la asociación ¡Túmbala! "Las cosas ilegales no tienen que ser irreversibles", afirma el arquitecto Fernando Mendoza, miembro de este colectivo, que ha llevado la torre a los tribunales tras encontrar hasta 12 supuestas ilegalidades administrativas en la licencia. Los jueces hasta ahora no le han dado la razón, pero el asunto está en el Tribunal Superior de Justicia de Andalucía. El mismo que ordenó la demolición de una biblioteca de la Universidad de Sevilla proyectada por la iraquí Zaha Hadid.
6 comentarios:
Hay que saludar este artículo del Pais porque supone un cambio de rumbo. Hasta ahora, la edición andaluza de este periódica había estado incondicionalmente con la torre. Ahora, los tiempos han cambiado y hay que orientarse. Así que, enhorabuena, rectificar es de sabios.
Pero las ocho plantas construídas hasta ahora no son un tercio de la altura del edificio, sino un quinto. En segundo lugar, el arqumento que utilicé en mi entrevista con una de las dos periodistas no aparece por ninuna parte: el derecho que garantiza el plan General de Sevilla al paisaje heredado.Por primera vez, el Plan General de Sevilla establece un “derecho al paisaje” que la construcción del rascacielos vulnera totalmente. En efecto, el artículo 9.4.2 del Plan afirma que “se reconoce el derecho de los ciudadanos del municipio de Sevilla a disfrutar del paisaje heredado” y establece al Ayuntamiento de Sevilla como “garante último del citado derecho al paisaje, debiendo ejercer las funciones de información, fomento, asesoramiento, regulación, vigilancia y sanción, en relación con la implantación o el desarrollo de los usos e intervenciones con mayor incidencia paisajística”. Evidentemente, podríamos realizar un comentario irónico sobre este artículo que, como el resto del Plan General, es de obligado cumplimiento. Solo diremos que el Ayuntamiento, auténtico “promotor ideológico” de la torre, desconocía este texto, o pensó que consistía sólo en buenas intenciones.
Del cúmulo de ilegalidades e irregularidades de la tramitación de la torre, este derecho a disfrutar del paisaje heredado debería ser suficiente para paralizar totalmente este proyecto y pedir disculpas a los sevillanos por todo el destrozo cometido en la parcela.
¿Podremos los ciudadanos de Sevilla seguir disfrutando del paisaje heredado, o lo habremos perdido para siempre?
¿Está cumpliendo el Ayuntamiento de Sevilla todas las funciones que este artículo de su propio Plan General le encomienda? Decididamente, no en este caso. Y seguimos con el artículo:
“2. Para la aplicación y desarrollo de los anteriores principios generales el Ayuntamiento de Sevilla elaborará, en el plazo de un año desde la aprobación definitiva del Plan General, una Ordenanza de Paisaje Urbano en base a los criterios que se desarrollan desde el Artículo 9.4.3 al Artículo 9.4.11.”
Han pasado cinco años, ha cambiado el Ayuntamiento y ¿todavía estamos con dudas de la legalidad del artefacto?
Hay que informar del vergonzoso comportamiento del Ministerio de Cultura en este asunto. En vez de presionar al Ayuntamiento del PSOE y a Cajaol para que buscaran alternativas a este proyecto inviable, se han dedicado en las tres úlitmas sesiones del Comité de Patrimonio Mundial a presionar y amenazar con retirada de apoyo económico para que no se incluyera a Sevilla en la lista de Patrimonio Mundial en Peligro. Esta actitud es claramente delictiva con Sevilla, y más teniendo en cuenta que el Gobierno Central todavía cuenta con las competencias contra el expolio. Si esto no es un expolio del paisaje histórico de Sevilla, es que hemos perdido el norte.
Sevilla desde cuando es una ciudad de patrimonio de la Humanidad?? jajaja
REcordemos que cuando Monteseirín llegó a la Alcaldía por primera vez suspendió el proyecto de nuevo Ayuntamiento del Prado de San Sebastián, que había realizado Rafael Moneo Y NO PASÓ NADA DE NADA. En el caso de la torre Zoido lo tiene claro: o modifican el proyecto y lo dejan en 6 plantas o paro la obra... y luego recurran a los Tribunales. Lo mismo que han hecho Cajasol y Ayesa.Pagarles con la misma moneda....dentro de muchos años veremos quien tiene razón.
Si Zoido no para la torre, se hará cómplice de Montesierín, Pulido y Manzanares. Parece no darse cuenta del caramelo envenenado que le han dejado estos golfos. Pero la solución no es mirar hacia otro lado, la solución es actuar y parar las obras SOLO EN LA TORRE, PUDIENDO TRABAJAR EN EL RESTO. Si no actúa, la torre se llamará Zoido y pasará a la historia como el huevón que permitió que se construyera.
Zoido parece no darse cuenta que la torre es un tema POLÍTICO. el proyecto se hizo ilegalmente a mayor gloria del PSOE, su Caja privada de ahorros y Ayesa. LA PARALIZACIÓN DE LA TORRE DEBE SER UN TEMA TAMBIÉN POLÍTICO Y SI ES ILEGAL, MEJOR. Sería darles la misma medicina.
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